Nos piden cumplir con nuestras obligaciones internacionales.
Es lógico.
Cada país debe cumplir con sus obligaciones internacionales. Y de las otras también.
Hay obligaciones para con el resto del mundo, de país a país, y hay obligaciones para con la humanidad, más allá de colores, geografías y fronteras.
Cumplen los países del primer mundo con sus obligaciones cuando instalan sus industrias sucias o de alto riesgo en los países relegados (sean papeleras, minas o plataformas marinas)?
Cumplen con sus obligaciones cuando invaden otros países, matando poblaciones enteras, niños, mujeres, ancianos, jóvenes, en busca de negocios o riqueza?
Cumplen son sus obligaciones cuando realizan bajo el mar o en la estratósfera sus experiencias nucleares?
Cumplen con sus obligaciones cuando permiten que sus empresarios y bancos golpeen fuertemente la economía, repercutiendo en el resto del mundo, perjudicando, por supuesto, a los más desprotegidos?
Cumplen con sus obligaciones cuando saquean los mares matando ballenas y cuanto bicho se le cruce en el camino?
Cumplen con sus obligaciones cuando contaminan el aire con sus emisiones descontroladas y los mares con sus toneladas de petróleo derramado?
Nos venden la hipocresía de sus planes de calidad, intentando convencernos de que tienen todo bajo control y luego, cuando lo que no iba a fallar falla, no saben qué hacer y tenemos un Bhopal (600.000 personas afectadas, 20000 muertos), un Chernobil (entre 50.000 y 100.000 muertos y entre 540.000 y 900.000 inválidos, según informe de 2006 de AIMPGN) o la plataforma de Deepwater Horizon, tirando entre 700 y 780 millones de litros de petróleo en el golfo de Méjico, provocando daños en el ecosistema difíciles de evaluar. Y la lista sigue… y sigue…
Pero los líderes del primer mundo se preocupan porque un país decide soberanamente recuperar el control de su petróleo y su gas (cosa que ellos ya se han asegurado). Se preocupan porque una empresa privada se verá “afectada” y eso en el mundo capitalista, es mucho peor que las muertes por gas, contaminación, radiación, guerra y hambre.
Y ahora vemos, además, la hipocresía de un ibérico presidente que defiende vehementemente, desvergonzadamente a esa empresa mientras que, cuando era oposición se oponía, también vehementemente, a la privatización del petróleo (“No se puede poner el petróleo y el gas en manos extranjeras”).
En fin… y si cada país, cada gobierno, “realmente” cumple con sus obligaciones? Con “todas” sus obligaciones?
Y si cada empresa “realmente” se hace cargo de sus responsabilidades? De “todas” sus responsabilidades?
Mientras tanto… alguien se cree con derecho a tirar la primera piedra?
viernes, 20 de abril de 2012
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