sábado, 17 de octubre de 2015

Pero... son humanos...

En la versión de 2002 de “La máquina del tiempo”, basada en la novela de H. G. Wells, publicada en 1895, el protagonista, Dr. Alexander Hartdegen, le dice a la imagen de Über Morlock, ante la explicación de que los Eloi son felices, más allá de que sean criados y cuidados como ganado para la alimentación de los Morlocks: “Pero… son humanos…”

Esta frase surge pasado el 800.000 DC.

Hoy, apenas octubre de 2015, me pregunto… les pregunto: somos humanos?

Los Morlocks ya no lo eran… Seremos sus antepasados directos? Seremos los antepasados de sus víctimas?

De qué lado estaremos? De los “humanos” comestibles o de los “ya no humanos” comensales?

Esta frase: “pero… son humanos…” no podríamos gritársela en la cara de aquellos que “hoy”, en cualquier lugar del mundo, torturan, matan, hacen sufrir a nuestros hermanos?
Estos verdugos, están por fuera de la especie humana? Son otro tipo de animales que no llegamos a comprender? O son, solamente, seres perdidos entre el ruido y el humo de las estructuras inconmovibles, llámense religiones, orientaciones políticas, morales, de costumbres…

“Pero… son humanos… Somos humanos…”
Será que aquellos que se creen dueños de vidas y destinos se piensan más que humanos?    
Serán tan absurdamente soberbios y obcecados que llegan a creerse dioses?

Podemos pensar que estos comensales, hoy, son los sistemas de  asfixia que se asimilan al llamado capitalismo, así como los grupos extremistas que se adhieren a religiones y que seguramente son alimentados económicamente por capitalismos de derecha o de izquierda (a esta altura todo es lo mismo, ya que en el medio estamos las víctimas-usuarios-usufructuados… alimentos al fin).

Los “sacados” religiosos se matan y matan, los “irracionales” políticos se matan y matan, los “insaciables” empresarios se matan y matan…
Eso en la pantalla de TV, eso en las palabras y en los himnos…

En la realidad, en la calle, en el día a día, “siempre” los que mueren son los otros, los que laburan cada hora de cada día, los que creen desde el corazón que hay un mañana mejor, los que lloran desde el alma cada muerte por cielos, risas, alegrías, vidas prometidas… que nunca llegan… 

Qué hacer? Tal vez comenzar a tomar conciencia…

Poner esto en palabras, ya es algo…