lunes, 23 de abril de 2012

Manipulación de orígenes, usufructo de vientres y perdón express

El episcopado criticará, la iglesia criticará, posibles modificaciones al Código Civil..
Alguien le habrá dado a esa congregación de intermediarios de dios alguna autoridad para criticar todo lo que se les ocurra, influir en las vidas de seguidores y no seguidores…
Alguien… yo no.
De manera que voy a criticar, porque se me canta, a los críticos y pretendidos modeladores de la vida sobre la tierra.  
“El Episcopado criticará el descarte de embriones por considerar que son vida humana y advertirá que el alquiler de vientres y la donación de gametos, además de “ir contra la naturaleza”, afectan el derecho a la identidad de los hijos. Asimismo dirá que la instauración del divorcio exprés "banalizaría el matrimonio y la familia”". 
Vamos por partes: a esta gente le da un “chucho” pensar en la manipulación de embriones. Yo los denuncio por manipulación de orígenes a estos que, en su momento, decidieron quién era ser humano y quién no, quién tenía alma y quién no, quién estaba endiablado y quién no. Y tras su decisión se justificaron matanzas, genocidios.
El alquiler de vientres les da no sé qué. No tuvieron ese prurito cuando nuestras mujeres (porque las víctimas son de todos, nos guste o no) parieron en centros clandestinos donde esta gentuza bendecía armas y exculpaba con hostias a los asesinos y torturadores (ya lo ven: el divorcio express los horroriza, el perdón express, no), sin preocuparse por la distribución del fruto de esos vientres, gratuita o gravada.
Entonces, les pregunto a los seguidores de Nazinger: No eran vida humana los indios, los herejes, los desaparecidos, los gaseados? No es ir contra la naturaleza pretender que el mundo se alinee detrás de sus dogmas? No es caprichosamente contradictorio, o al menos tendencioso, preocuparse por el derecho a la identidad de “algunos” hijos y no de otros (si, de esos H.I.J.O.S.)?
Esa reunión de hombres y mujeres pretendidamente castos hablan de la banalización del matrimonio y la familia. Justamente quienes, como organización, banalizaron la vida asimilándose a los imperios y a las empresas, alejándose del común de la gente.
No dejo de reconocer que entre las filas de esta organización hay quienes son útiles y viven según los principios éticos cristianos, teniendo al otro en cuenta, pero esto mismo, y mejor, podrían hacerlo fuera de esa estructura hipócrita. No nos olvidemos que existió una Teología de la Liberación y un Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, pero tampoco olvidemos la reacción de la cúpula y cómo terminaron las buenas intenciones.